¡A NADIE LE IMPORTA TU NOMBRE!

M1

Lo sé es fuerte, pero en el ámbito de tu pyme y su público, es cierto. No debes nombrar a tu empresa con tu nombre propio. Leí hace poco una frase del empresario y escritor estadounidense Dale Carnegie que tal vez te ayude a aceptarlo mejor, él dijo: “Recuerda que el nombre de una persona es, para esa persona, el sonido más dulce y más importante en cualquier lengua”. A excepción de que te llames algo así como Aniceto, seguro que concuerdas con esta frase, pero al menos que tu objetivo sea venderle solamente a tus tocayos, debes entender de una vez por todas que TU EMPRESA NECESITA UN NOMBRE NUEVO especialmente creado para ella.

Pero no te voy a mentir, hay muchas grandes empresas exitosas que se llaman como sus fundadores, en teoría puedes nombrar a tu empresa como gustes, la diferencia entre ponerle tu nombre o cualquier otro que se te ocurra y ponerle un nombre pensado y analizado específicamente para ella, que sea funcional y que refleje su esencia, es el tiempo que va a tardar el público en asociar dicho nombre con lo que ofrece la empresa, además del dinero que vas a invertir en campañas para acostumbrarlos.  Otro punto a favor de elegir un buen nombre es la gran competencia que hay hoy en día, tu nombre no puede ser algo ajeno al giro de tu empresa o a su promesa de marca, debe reflejarla clara o sutilmente a qué te dedicas para lograr una asociación mental más pronta.

Ahora por favor tienes que ver este video, es un extracto del programa de tv. de The History Channel, “EL SOCIO” en donde se muestra a un empresario que le cuesta mucho trabajo aceptar el cambio de nombre de su empresa, que claro, se llamaba como él. Después de ver el video sigue leyendo las frases memorables que saqué de él para que las analicemos juntos.

*Si no puedes ver el video copia el siguiente link: https://youtu.be/b6ZDlkrbFA0

Los cambios cuestan, soltar el ego cuesta pero siempre se logra un mejor resultado. ¿Qué se te quedó grabado de los pleitos que tuvieron el socio y el dueño del negocio? A mí las siguientes frases:

“Se trata del mercadeo y de hacer que vengan clientes, no se trata de poner tu nombre en el edificio. Debes dejar de lado tu orgullo por un minuto”. El orgullo, el ego, pueden ser buenos para algo más pero no para nombrar a tu empresa.

“¿Se trata de que veas tu nombre en el edificio o se trata de vender autos?”. Siempre ten presente la misión de la empresa con eso te convencerás de qué es lo más importante.

“A nadie le importa tu nombre”. Bueno, esto ya lo aclaramos al inicio.

“Dejas que tus emociones superen la lógica de tus negocios”. Deja las emociones para tus clientes, llénalos de ellas. Tú enfócate en lo que es más funcional para tu marca.

“Es mi nombre, significa mucho”. Significa mucho para ti, a tu público realmente no le interesa mucho que digamos.

“No tendré nada de mí en la marca que creé”. Tú la creaste, tu alma está en ella, en el servicio, en los productos, en tus colaboradores. ¿Realmente necesita tener tu nombre? La respuesta es NO.

Al final todo se reduce en cuánto quieres a tu empresa, ¿La quieres? Entonces debes sacrificar tu reconocimiento personal por el de la empresa misma, darle un nombre y una identidad especial y única.

Sé que a todos nos gusta el reconocimiento pero ese viene después, se paciente, si trabajas duro y logras que tu empresa sea reconocida y querida por el público, tu nombre propio va a comenzar a tener la importancia que anhelas, ¿Te dice algo Steve Jobs, por ejemplo?, piénsalo.

Escrito por Víctor Pacheco / Comunicólogo.